La comida nos hace sentirnos bien y el deporte también. Sin embargo, por una razón o por otra parece que no logran ponerse de acuerdo y siempre hay uno que acaba ganando la partida. Cuando digo que no se ponen de acuerdo es porque en lo que se refiere a ÑAM por lo general excede en pro-PORCIÓN a GYM. Las porciones recomendadas nunca son suficientes, ¿verdad?… Y los alimentos sanos no son atractivos….
Es aquí dónde me pregunto si comemos por hambre o por hábito. Si sabemos cuando el cuerpo ya esta satisfecho o si quizás nos dejamos llevar por la gula. Cuando te pones a dieta lo primero que te enseñan, y es el nuevo principio que rige tu vida, es tu tasa metabólica basal (o TMB), que representa la energía (calorías) que tu cuerpo necesita diariamente para realizar las funciones básicas del organismo, o dicho de otra forma, las calorías que consumes en estado de reposo. Para calcular el número de calorías total que necesitas, contando la actividad física que realizas, debes multiplicarlo por un factor según lo que te muevas en tu día a día y el ejercicio físico que hagas.
Pero yo quiero ir mas allá hoy. Una buena alimentación empieza por saber escuchar a nuestro cuerpo y entender que alimentos necesita por encima de lo que leemos, escuchamos y oímos. Con ésto quiero decir que no hagamos caso de todo lo que nos encontramos en la red, que no hagamos caso de las experiencias de otros (lo que a uno le funciona puede ser que a ti no) y, sobre todo, pongamos criterio en nuestras decisiones, si, porque cada vez que te pones un plato de comida y lo ingieres, es una decisión que tomas. Yo, antes de tomar un alimento nuevo, investigo, y mucho, contrasto opiniones, busco estudios y comparo resultados… De ésta manera sé que estoy tomando una decisión consciente apoyándome en realidades, no en dimes y diretes o productos/alimentos milagro.
La variedad hace a una dieta ideal, y al ejercicio en su gran aliado. El equilibrio está en encontrar lo que te de esa estabilidad y para eso no hace falta nada que sea “super”, más allá de los “superalimentos” o los “superejercicios”. Recalco el equilibrio, porque mas que un equilibrio físico yo destaco el equilibrio mental. Está claro que cuando empiezas con un proyecto, con tu propia meta, vas a tener que ajustarte y ser estricto en tus rutinas, pero no se pueden llevar las cosas al extremo, ni en pleno proceso de cambio. Tienes que tener ciertos momentos de liberación… en el ejercicio por ejemplo hay que descansar, tus músculos tienen que regenerarse, y tan malo es el sobreentreno que el no entrenar… Y en tu dieta hay que tener claro que una gota no hace al océano, si llevas una alimentación saludable y ordenada durante tu día a día, cuando te des un capricho disfrútalo y degústalo, de esta manera aumentará la adherencia a tu alimentación y forma de vida.
No Comments