Hábitos de vida saludables

Kombucha

22 febrero, 2021
Portada Kombucha

Vamos a empezar por el principio… Que es la kombucha? La kombucha se elabora con la mezcla de un té – preferiblemente té verde o negro– y un cultivo simbiótico de levaduras y bacterias beneficiosas conocido como SCOBY (siglas en inglés de Colonia Simbiótica de Bacterias y Levaduras) u hongo kombucha, que tiene forma de torta gelatinosa, y es capaz de transformar los polifenoles del té en otros compuestos orgánicos que evitan que se desarrollen otros microorganismos. La peculiaridad de esta combinación, es que hay que dejarla fermentar entre siete y 14 días, periodo tras el cual se transforma en una bebida refrescante con alguna que otra burbuja. También se pueden obtener sabores diferentes si se añaden frutas naturales tras el proceso de fermentado.

Las primeras noticias de la existencia de esta bebida datan del año 220 a.C en Manchuria (China), durante la dinastía Tsin, donde era considerada como el elixir de la vida y de la inmortalidad. Poco a poco, el consumo de esta infusión basada en un hongo se ha ido extendiendo por todo el mundo, y a día de hoy es muy popular en Estados Unidos y Australia.

la kombucha es que es 100% natural, y se considera una bebida libre de azúcar, pues, aunque durante su preparación se requiera esta sustancia, después de los días de reposo es inapreciable, solo sirve para alimentar al hongo kombucha mientras fermenta. También se le atribuyen propiedades probióticas, es decir, posee microorganismos que mejoran la microbiota intestinal y la protegen de otros agentes externos. Es vegana y sin gluten, y es ideal para utilizarla como una alternativa a los refrescos.

La kombucha tiene un mínimo porcentaje de alcohol, que es fruto de la fermentación y que puede aumentar si se deja en reposo más tiempo del recomendado. El azúcar que se le añade durante la preparación alimenta a la levadura del SCOBY, que genera CO2 y etanol, este último conocido como alcohol etílico. Las bacterias consumen la mayor parte de ese etanol, convirtiéndolo en ácidos beneficiosos, sin embargo, aun así puede quedar alguna traza de alcohol, por lo que hay que ser cuidadosos en su elaboración, y también es un motivo para que no lo ingieran niños ni embarazadas.

Bibliografia AQUI

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