Hoy versionamos éste postre del centro de Europa utilizando como base la masa honesta de harina de espelta integral de Thinkingfoods de la que os hablé AQUI. Me flipa ésta receta para el frío, ya que hay cosas que siempre nos recuerdan a ésta época, como las castañas asadas, el olor a chimenea, y, en mi caso, la manzana asada… Además es un postre que se suele tomar templado, que para las bajas temperaturas entra de fábula, y esta versión se completa con unas Kcal muy ajustadas por ración. La receta es de ellos y la podéis encontrar en su Instagram AQUI.
Me flipan estos postres que tienen tanta historia y no puedo evitar curiosear sobre ella. Por si sois como yo, os la dejo: El Strudel de manzana o “Apfelstrudel” es uno de los postres más famosos de Austria que se caracteriza por tener una masa muy fina que se estira con las manos quedando tan delgada que según afirman los pasteleros austriacos y alemanes debe poderse leer un periódico a través de ella. Un postre caliente ideal para la época decembrina.
Uno de los postres más famosos del mundo que comienza su historia en un pasado rodeado de guerras.
El origen de la particular masa con la que se elabora, se sitúa en el Oriente Medio. Los árabes llevaron sus conocimientos sobre su preparación a través de Egipto, Palestina, Siria y Turquía hasta llegar posteriormente a Austria en donde contenderían algunas batallas con este pais, en esta misma época fue cuando se invento el Croissant, en celebración a una batalla que representaba la forma de luna de la bandera otomana.
La masa era utilizada principalmente para la preparación de “baklava” un postre elaborado con almíbar y nuez, posteriormente llego esta influencia de cocina oriental hasta la cocina de María Teresa de Austria y Borbón, ahí fue donde ganó popularidad convirtiéndose en uno de sus postres de la nobleza preferidos por excelencia. Con un ligero cambio, substituyeron el jarabe por manzanas preparadas en azucar y canela.
La cocina vienesa desarrolló este plato y lo refinó hasta llegar a ser lo que conocemos hoy en día. El éxito de este postre hizo que posteriormente su receta se popularizara en todos los países del antiguo Imperio austrohúngaro.
El strudel de manzana consiste en un rollo muy fino de masa, a veces también de hojaldre, relleno de compota de manzana, azúcar, canela y pasas que una vez preparado se cocina en el horno. Un dash de ron se emplea algunas veces como un toque extra para realzar su sabor. Algunas recetas incluyen piñones, nueces, o almendras ralladas.
El Strudel se suele recién hecho aún caliente, generalmente con algo de azúcar glas espolvoreada sobre él. Usualmente se acompaña con una salsa caliente dulce de crema aromatizada con vainilla; dicha salsa se sirve en recipientes de porcelana o se vierte directamente al lado del strudel y es habitual que en las cafeterías y restaurantes austríacos o alemanes se acompañe de helado de vainilla o nata montada (Bibliografía AQUI).
La versión saludable de éste tradiconal postre de centro Europa Descongelaremos la bolita de masa en nevera (5h) o a temperatura ambiente (2-3h). Descorazonaremos las manzanas y las cortaremos en cuartos, y cada cuarto en 3 trozos. En una sartén rehogaremos 30 minutos la manzana junto al eritritol, la canela, el sirope y el agua. Reservaremos. Estiraremos nuestra bolita con rodillo buscando una forma rectangular. En el centro de la masa colocaremos la manzana rehogada. Haremos cortes a los lados, cerraremos por delante y atás y trenzaremos. Pintaremos con huevo y espolvorearemos un poco de eritritol. Lo hornearemos a 180ºC calor arriba y abajo sin ventilación en la parte media del horno junto a un recipiente apto para horno que genere vapor durante 25 minutos. Yo he dividido mi strudel en 4 porciones y cada una tendría unas 175 Kcal aproximadamente.Strudel
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