Una dieta vegana es la que no incluye productos de origen animal como carne, pescado, leche, queso, huevos y miel. Se puede decir que el veganismo es un estilo de vida, que incluye una ética, creencias e ideas políticas de defensa del medio ambiente, es decir, que llevan este cuidado animal a todas las partes de su vida: consumen ropas acrílicas y no animales (lana, pieles, etc…), usan productos de limpieza y belleza sin productos animales ni testeados en ellos, etc… La diferencia con los vegetarianos es que éstos tienden a comer huevos y productos lácteos como la leche y la mantequilla, así a groso modo, porque si la luego entramos en las subramas “ovo-lacto-vegetariano”, “pesco-vegetariano” o “flexitivista” puede ser una auténtica locura.
Aún así, no todas las recetas veganas son saludables. Ellos, por ejemplo, si quieren si que pueden tomar harina refinada… O si que pueden tomar azúcar… Yo por ejemplo son dos productos que trato de evitar a toda costa por lo perjudiciales que son para la salud.
Yo no llevo una alimentación vegana, aunque mi conocimiento y contacto con la misma se ha visto incrementado mucho desde que empecé con un estilo de vida saludable y, mayormente, desde que tengo una compañera que es vegana, y además por condición moral… Gracias a ella he aprendido mucho y he probado mucha de su comida y de sus dulces.
Mi referente al respecto de éste tipo de alimentación en Instagram es “La gloria vegana” y la podéis ver AQUI, he hecho mucha de sus recetas, y algunas las he adaptado a mis gustos de comida añadiéndole queso de vaca en vez de queso vegano, por ejemplo, o quitando sirope de agáve y añadiendo sirope de dátil. Lo que si puedo decir es que siempre salen de rechupete.
Y que la combinación de limón + arándanos es un indispensable para el verano porque encaja de maravilla y encima refresca es sabido en todo el mundo, y por eso me llamó la atención esta receta… Seguido porque no necesita horno, que con estos calores es muy de agradecer… Y terminando porque usa agar-agar y no gelatina
combinación de sabores fantástica y refrescante que hacen la delicia como postre fresquito Preparamos el coulís poniendo los arándanos y el sirope en un cazo pequeño a fuego bajo durante 10 min. Removemos bien para que no se pegue y se integren sabores. Reservamos. Para la base, ponemos en el procesador de alimentos todos los ingredientes y trituramos bien. Colocamos papel vegetal en el fondo de un molde desmontable de 20 cm y echamos el resultado de nuestro procesador de alimentos. Prensamos bien para que quede compacta con los dedos o con ayuda de una cuchara y reservamos en la nevera mientras preparamos en relleno. Ponemos en una olla antiadherente todos los ingredientes, excepto el agar agar, y lo llevamos al fuego. Removemos con ayuda de unas varillas (que sean de silicona para no rallar nuestra olla) hasta que esté todo bien integrado y no haya ningún grumo. Incorporamos el agar agar poco a poco y sin dejar de mover para que se integre bien y no haga grumos y, cuando empiece a hervir, bajamos el fuego y lo dejamos durante 5-6 minutos sin dejar de remover. Tienen que salir burbujitas de vez en cuando para que el agar haga su efecto. Sacamos el molde reservado de la nevera y vertemos el relleno sobre la base con cuidado, podemos hacer un poco de parapeto con una cuchara. Volvemos a llevar al frigo y dejamos que enfríe durante media hora. Pasado el tiempo sacamos y añadimos el coulís por encima a cucharaditas. Para hacer el efecto marmolado, con un palillo de dientes hacemos círculos/espirales en cada cucharadita de nuestro coulis. Lo guardamos en la nevera durante 4-5 h antes de servir. Yo he dividio el molde en 10 raciones y cada una tendría unas 220 KcalCheesecake de limón vegano con coulis de arándanos
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Nutrition
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